Se solicita:

Es que la conformidad nunca es buena concejera.
Y lo que cuesta más, siempre resulta más sabroso.
No estuvo presente cuando decidí, quizás esa si
era la mejor opción.
A todos nos sirve de algo sufrir un poquito de más,
en algún momento.
Al menos no estaría como ahora, a la deriva,
sin saber que poder sentir,
que querer sentir y decir,
evitando pensamientos, verdades,
orgullos,
mentiras,
fracasos,
emociones y
afectos.
La comodidad me dejo llevar
por un camino, que no sé si tiene final, o ya lo tuvo.
Desubicada yo entre tanto viento
y un fuego que poco arde, pero que me mantiene;
las palabras quieren poseer mi mente -siniestra-
y yo atolondrada por mi ultima escena
no sé si hacer caso o solo desvariar como siempre,
llenando de pretextos a mis pensamientos,
manteniéndome tan engañada
como de costumbre
para no tener que envenenar con discursos
poco formados a los espectadores de mis
historias raras,
que yo misma no quisiera entender,
para no seguir culpándome de mi poco,
y deplorarble, lamentable comportamiento
digno de quinceañera que no sabe lo que quiere.
Con cuatro años más debería saber algo más de lo que
me hace y no bien.
Quisiera ser más realista, y
decir firme te bienquiero.
Porque se me ocurrió.
Porque lo decidí,
porque no me pudiste contener.
Porque no recibo ordenes ni pretensiones
de cariño.
Pero como es posible, si no hay méritos
que te hagan merecedor.
Más que de palabras que el viento
se llevará.
Ayudadme a no perderme aún.
Que quiero jugarme la boca,
y sé como, dejadme intentarlo,
otra vez.
Algo tendré que hacer.
Como esfumarme.
O tan solo dejando que nada fluya
y abstrayéndome a otra historia.
O a la misma, si es lo que quiero.


Al menos solicito más atención.