Habrá que esperar que el verano
se consuma,
para ver si sr. de las cartas
dijo alguna verdad
o en su defecto alguna mentira.
Quizás fue mi cara de seriedad
la que lo guió
para decir mi buen signo
y los tres meses que debo esperar
a ver si el destino
se dedica a unir caos
o yo a separarlos,
habrá que dejarse ver.
Dijo de mi inteligencia
y pues claro si cambio de parecer
en cada momento.
Ya no sé si creerle a las caras
que mienten más que la verdad
o dejar que el río de incertidumbres
dejen ver el caudal
y la sequía se agote en un tiempo,
no hoy,
quizás sea que desde hoy
espere al menos en mi estación favorita.
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