No tienes esa forma de hacerme daño,
tal vez fue mucho en las vidas pasadas,
que hoy no alcanza a inmutarme.
No hay tal brutal razón
para ver como lo haces
como me deje,
como cerní mis manos
a tu perversa imaginación
como deje que mi cintura
acompañara tus ojos
enfermos de mi no yo.
Como pude malograr mis horas
con refrescos inolvidables
de tus mañanas retraídas a un panorama
devastador de nubes que no existieron.
Ni volverán.
Como tan tontamente
no vi con mis ojos,
porque limité mis risas
por un vacío,
vacío nunca llenado.
Ni con besos, ni compañía.
Ni amor, ni verdad.
fui ciega, lo asumo
pero no me arrepiento.
Aprendí a mirar,
a ser feliz,
por mi..
sin condiciones externas.
mis limites, son mios.
No los adquirí por herencia demencial
de mentes retrasadas.
Yo seleccioné, corte y pegué.
Y ya no me importa ser feliz con nada o con todo.
Hipotequé mí yo, y ya se cumplió el plazo,
y yo terminé de pagar.
La condición se cumplió.
Los derechos y obligaciones
prescribieron.
Y yo nunca dejé de ser.
Pasaron tres o cuatro años..
Y puedo concluir, con un gracias,
Fue un placer crecer contigo.
Pero no lo volvería hacer.
No te escribo a ti, dificil de pensar que pusieras leer esto,
porque no es para ti, me lo tenia que aclarar yo.
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