Me pone en jaque,
que me mire y no
que sus nervios lo delaten.
Que no me mire
y me mire más.
Que se haga el lindo
y se haga notar.
Que me haga esperar de él
lo que no debo,
y lo que si.
Que su agravio
de que vuelva por él
me hace retroceder,
como nunca.
Que no se atreve a pedírmelo
aunque yo también quiera caminarlo.
Te puedo decir que tu pie de limón
aun espera en el horno?



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