No me cuentes chistes
que vamos para ningún lado
mientras tanto nos podemos perder.
No me invites a verte
que sabes que iría
pero mis desesperanzas me retienen tras la puerta.
No me pidas que te cocine,
que mis manos de monja
dejaran demasiado dulce el pie.
No me robes la atención
que con lo que me cuesta lograrla
tu te apareces cada dos segundos.
No, no, por favor.
Quiero despertar,
y sentir que fue un lindo sueño.
Que las palabras se las comió el tiempo.
Mientras tanto ya sé.
No juegues conmigo volante.
Numero 9 o 10.