Como un liberador de tardes de frío,
siempre esta el buen amigo
que tiene algo que contarte
y tu algo que hacerte escuchar,
pareciera que el vaso que tienes en frente
no se hizo espacio en el tiempo
para hacer desaparecer lo que allí hay,
y tu afán por no saborizar
se pasó y ni cuenta te diste.
Quizás es la compañía que ya estaba
un poco perdida.
O tal vez las ganas de olvidar.
siempre esta el buen amigo
que tiene algo que contarte
y tu algo que hacerte escuchar,
pareciera que el vaso que tienes en frente
no se hizo espacio en el tiempo
para hacer desaparecer lo que allí hay,
y tu afán por no saborizar
se pasó y ni cuenta te diste.
Quizás es la compañía que ya estaba
un poco perdida.
O tal vez las ganas de olvidar.
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