Yo, en mi materialidad,
en mi inconstancia,
en mi naturaleza,
suelo no creer,
no creer los cumplidos,
ni que te digan
te han hecho bien los años,
no sé tal vez lo tomo todo
de quien viene.
Pero volver a sentir,
siempre es tan yo,
sentir el abrazo apretujado
y afectuoso
de quien te extraña tanto como tu
pero por coincidencias del reloj
y de la labro
particular
no coincidimos en espacio.
Volver a tus brazos
amigo siempre es perfecto,
tu abrazo es como ninguno,
claro al de mi mamá no se parece.
Pero el tuyo invade mi perfección
de lo imperfecto,
y te quiero.
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