La incertidumbre es tan querible,
como odiable,
es tan necesaria como lo contrario.
Siempre está en todo.
No se deja ver,
siempre imponiendo su misterio,
sin poder manejarlo,
está,
está
y vuelve a estar.
No desaparece
por más cierto que sea el hecho,
solo que a veces
la incertidumbre mata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario